Durante el verano pasado tomé una cantidad sorprendente de notas, las que me ayudarían a escribir columnas, artículos e historias. Hoy, al revisarlas, descubro que no comprendo en lo absoluto a qué aludían la mayor parte de ellas. Una, empero, me ha llamado fuertemente la atención:
Desconfío de intérpretes futuros, aunque tengan mi mismo cuerpo.
Notable, hiciste una crítica a este texto en el papel que te inspiró a escribirlo. Eres como tu propio abuelo.
ReplyDeleteSe vuelve usted cada vez más breve. Y preciso.
ReplyDeleteLe agradecemos el que no nos cretinice con extensas peroratas acerca de nada.
"Sospecho que si nos empeñamos en creer que por llamarse igual dos cosas son lo mismo, esto ha de deberse a que la política más juiciosa y la que nos ahorra más problemas consiste en evitar por todos los medios escuchar realmente lo que dicen los otros (pues ello conduce inevitablemente al pensamiento)."
ReplyDeleteYa no recuerdo dónde leí (quizá lo formulé yo desde otras cosas, quién sabe) una propuesta sobre que dado lo que sabemos de la realidad y la neurociencia, la posibilidad de que nuestras vidas sean continuas como creemos que las experimentamos es bastante similar a la posibilidad de que en verdad éste sea precisamente el momento de nuestra creación, y todo ese pack de recuerdos es simplemente la disposición en que fueron concebidas nuestras neuronillas y los electrolitos dentro de ellas.
Desconfía de tus consejeros pasados.
Well, for me it is quite easy to understand this note specifically, it is your ruminating side criticizing the interpreter's side (right and left brain hemispheres) as described by Gazzaniga. Oder ganz anderes... :-P... heheheheheh
ReplyDeleteBesos, amigo!
Amanda aus Brasilien.
Y que le pregunten a Descartes...
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