Friday, March 25, 2011

[Cuento] El Mensaje

La luz de la mañana brillaba como una promesa y al sentirla sobre su piel lo alegró que fuera precisamente éste, el día designado para la excursión de pesca. Su primer día de pesca.

Había logrado dormir sin dificultad la noche anterior y esto lo había sorprendido. A su edad no resultaba improbable iniciarse en los misterios del lago. De hecho, ni siquiera sería el único que ese día intentaría su primera captura. Pero eso no le quitaba solemnidad al momento.

Había reemplazado la pregunta que hasta hace poco se repitiera a cada instante: ¿acaso pescaré uno? Ahora se decía, en cambio: ¿qué tipo de pez será el que atraparé? Esta exitosa prestidigitación verbal había bastado para alejar la idea de un posible fracaso, permitiéndole sumergirse en las incontables variedades de peces que las historias habían sembrado en su imaginación. Carpas azules gigantescas que se moverían con indiferencia, ajenas a los intentos que desde la superficie se hacían por atraerlas. Violentos salmones del color del fuego, cuya velocidad sería un desafío. Truchas que habían venido desde lejos a dar vida, y a las que ahora habría que persuadir para morir. Bancos de sardinas esclavas de la eterna lucha entre el temor y la curiosidad. Había atesorado cada uno de esos nombres oídos en fragmentos de conversaciones olvidadas, pero sospechaba que a estas alturas sus descripciones no eran más que una elaboración de su propia mente. No importaba. A fin de cuentas todos los peces son ficticios hasta que atrapamos uno. Es por eso que sabía que ese pez no podía ser casual ni aleatorio. Su pez le estaba asignado desde antes que incluso él o el pez existieran, y su forma sería una simetría indescifrable de su propia vida. Su pez era un mensaje, aunque él no pudiera leerlo.  

Tuesday, March 1, 2011

No hay nada nuevo bajo el Sol

¿Y para qué escribí toda una columna sobre el asunto, si bastaba con esto?

                            (Ah, sí, porque lo importante es volver a decirlo)